El nombre «renacimiento» se utilizó porque éste retomaba los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por cierto antropocentrismo.
El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
De hecho, el Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma conciencia, el movimiento renacentista se opuso al arte contemporáneo del norte de Europa.
2:descartes:Biografía
Durante la Edad Moderna también era conocido por su nombre latino Renatus Cartesius. Descartes nace el 31 de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, actual Descartes, después de abandonar su madre la ciudad de Rennes, donde se había declarado una epidemia de peste. Pertenecía a una familia de la baja nobleza, siendo su padre, Joachim Descartes, Consejero en el Parlamento de Bretaña. Era el tercero de los descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes.
[editar] Infancia y adolescencia
La temprana muerte de su madre, Jeanne Brochard, pocos meses después de su nacimiento, le llevará a ser cuidado por su abuela, su padre y su nodriza. Será criado a cargo de una nodriza a la que permanecerá ligado toda su vida en casa de su abuela materna. Después de la muerte de su madre, el 13 de mayo de 1597, trece meses después del nacimiento de René y pocos días después del nacimiento de un niño que no sobrevive.Estatua de René Descartes en La Haye-Descartes.
Con once años entra en el Collège Henri IV de La Flèche, un centro de enseñanza jesuita en el que impartía clase el Padre François Fournet —doctor en filosofía por la Universidad de Douai[7] — y el Padre Jean François —que le enseñará matemáticas durante un año— en el que permanecerá hasta 1614.[8] Estaba eximido de acudir a clase por la mañana debido a su débil salud[9] y era muy valorado por los educadores a causa de sus precoces dotes intelectuales.[10] Aprendió física y filosofía escolástica, y mostró un notable interés por las matemáticas; no obstante, no cesará de repetir en su Discurso del método que en su opinión este sistema educativo no era bueno para un adecuado desarrollo de la razón. De este periodo no conservamos más que una carta de dudosa autenticidad —puede ser de uno de sus hermanos— que en teoría Descartes escribió a su abuela.
[editar] Educación
La educación que recibió en La Flèche hasta los dieciséis años de edad (1604-1612) le proporcionó, durante los cinco primeros años de cursos, una sólida introducción a la cultura clásica, habiendo aprendido latín y griego en la lectura de autores como Cicerón, Horacio y Virgilio, por un lado, y Homero, Píndaro y Platón, por el otro. El resto de la enseñanza estaba basada principalmente en textos filosóficos de Aristóteles (Organon, Metafísica, Ética a Nicómaco), acompañados por comentarios de jesuitas (Suárez, Fonseca, Toledo, quizá Vitoria) y otros autores españoles (Cayetano). Conviene destacar que Aristóteles era entonces el autor de referencia para el estudio, tanto de la física, como de la biología. El plan de estudios incluía también una introducción a las matemáticas (Clavius), tanto puras como aplicadas: astronomía, música, arquitectura. Siguiendo una extendida práctica medieval y clásica, en esta escuela los estudiantes se ejercitaban constantemente en la discusión (Cfr. Gaukroger, quien toma en cuenta la Ratio studiorum: el plan de estudios que aplicaban las instituciones jesuíticas).[editar] Juventud
A los 18 años de edad, Descartes ingresó a la Universidad de Poitiers para estudiar derecho y medicina. Para 1616 cuenta con los grados de bachiller y licenciado en Derecho.A los veintidós años parte hacia los Países Bajos, donde observa los preparativos del ejército de Mauricio de Nassau para la inminente [Guerra de los Treinta años]. En 1618, y 1619 reside en Holanda. Allí conocerá a un joven científico, Isaac Beeckman, con quien durante varios años mantiene una intensa y estrecha amistad. Para él escribe pequeños trabajos de física, como "Sobre la presión del agua en un vaso" y "Sobre la caída de una piedra en el vacío", así como un compendio de música. En 1619 se enrola en las filas del duque Maximiliano de Baviera. Acuartelado cerca de Baviera durante el invierno de 1619, pasa su tiempo en una habitación calentada por una estufa, donde tiene tres sueños sucesivos que interpreta como un mensaje del cielo para consagrarse a su misión de investigador. De esa época posiblemente data su concepción de una matemática universal y su invento de la geometria analitica.
Renuncia a la vida militar en 1619. Abandona Holanda, vive una temporada en Dinamarca y luego en Alemania, asistiendo a la coronación del emperador Fernando en Frankfurt. Viaja por Alemania y regresa a Francia en 1622, estancia que aprovecha para vender sus posesiones y así asegurarse una vida independiente. Pasa una temporada en Italia (1623-1625), donde sigue de cerca el itinerario que décadas antes había hecho Michel de Montaigne. Se afincó luego en París, donde se relaciona con la mayoría de científicos de la época. Los cinco primeros años a partir de 1628 los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del mundo y su concepción del hombre y del cuerpo humano, que estaba a punto de completar en 1633 cuando, al tener noticia de la condena de Galileo, renunció a la publicación de su obra, que tendría lugar póstumamente. En 1628 había decidido instalarse en los Países Bajos lugar que consideró más favorable para cumplir los objetivos filosóficos y científicos que se había fijado y residió allí hasta 1649.
[editar] Etapa investigadora
En 1619, en Breda, conoció a Isaac Beeckman, quien intentaba desarrollar una teoría física corpuscularista, muy basada en conceptos matemáticos. El contacto con Beeckman estimuló en gran medida el interés de Descartes por las matemática y la física. Pese a los constantes viajes que realizó en esta época, Descartes no dejó de formarse y en 1620 conoció en Ulm al entonces famoso maestro calculista alemán Johann Faulhaber. Él mismo refiere que, inspirado por una serie de sueños, en esta época vislumbró la posibilidad de desarrollar una «ciencia maravillosa».[11] El hecho es que, probablemente estimulado por estos contactos, Descartes descubre el teorema denominado de Euler sobre los poliedros.A pesar de discurrir sobre los temas anteriores, Descartes no publica entonces ninguno de estos resultados. Durante su estancia más larga en París, Descartes reafirma relaciones que había establecido a partir de 1622 con otros intelectuales, como Marin Mersenne y Guez de Balzac, así como con un círculo conocido como «Los libertinos». En esta época sus amigos propagan su reputación, hasta el punto de que su casa se convirtió entonces en un punto de reunión para quienes gustaban intercambiar ideas y discutir. Con todo ello su vida parece haber sido algo agitada, pues en 1628 libra un duelo, tras el cual comentó que «no he hallado una mujer cuya belleza pueda compararse a la de la verdad».
El año siguiente, con la intención de dedicarse por completo al estudio, se traslada definitivamente a los Países Bajos, donde llevaría una vida modesta y tranquila, aunque cambiando de residencia constantemente para mantener oculto su paradero. Descartes permanece allí hasta 1649, viajando sin embargo en una ocasión a Dinamarca y en tres a Francia.
La preferencia de Descartes por Holanda parece haber sido bastante acertada, pues mientras en Francia muchas cosas podrían distraerlo y había escasa tolerancia, las ciudades holandesas estaban en paz, florecían gracias al comercio y grupos de burgueses potenciaban las ciencias fundándose la academia de Ámsterdam en 1632. Entre tanto, el centro de Europa se desgarraba en la Guerra de los Treinta Años, que terminaría en 1648.
Obra de Descartes
El 8 de junio de 1637 se terminó de imprimir el Leyden el Discurso del Método para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias. Fue escrito en francés y no en latín, como Descartes había planeado, y apareció como prefacio de tres ensayos científicos: la Dióptrica, los Meteoros y la Geometría.
La siguiente de sus obras fue Meditaciones metafísicas (1641), que al igual que la primera sufrió diversas transformaciones hasta quedar definitivamente configurada. En esta obra se recoge el conjunto de la filosofía cartesiana: la “duda metódica”, el “cogito, ergo sum”, las dos vías de demostración de la existencia de Dios, el criterio de verdad como aquello que concebimos clara y distintamente, la naturaleza del error, la “rex extensa” y la separación cuerpo-mente.
Los principios de la filosofía (1644) trata el conocimiento humano, las cosas materiales, el mundo visible y la tierra.
Y también Las pasiones del alma (1649), Le Monde, ou Traité de la lumière; Traité de l´homme, et de la formation du foetus, e Investigación de la verdad por la luz natural.
En 1701 se publica su obra póstuma Reglas para la dirección del espíritu, obra incompleta que estaría formada por 36 reglas de las cuales sólo se llegaron a redactar 21, las 7 primeras equivalen a las normas del método, las otras, si bien agregan poco al discurso, aclaran en gran medida la filosofía cartesiana con sus aplicaciones y ejemplos.
Contexto histórico
La filosofía de Descartes aparece en plena búsqueda de un nuevo método frente al “Organon” aristotélico. La figura más importante hasta la época en lo concerniente a este cambio había sido Francis Bacon, quien con su “Novum Organum” pretendía acabar con la lógica de deducción aristotélica e implantar su lógica de inducción.
El razonamiento deductivo consistía en el planteamiento de un silogismo. Éste consta de dos premisas: una mayor, que enuncia el principio general, y una menor, que se refiere al caso particular incluido en el principio general. De ambas premisas se extrae una conclusión, que es la nueva verdad que interesa. El ejemplo aristotélico es: “Todos los hombres son mortales”, “Sócrates es un hombre”, luego Sócrates es mortal”.
Santo Tomás hereda este método deductivo fundando la escolástica. La fuente de principios generales (premisas mayores) venía dada por la fe o bien por los antiguos saberes aristotélicos.
Pero he aquí que se empieza a cuestionar las bases del silogismo. En primer lugar, se pone en duda la verdad de la fe cristiana; en segundo lugar se ponen en duda muchas de las premisas mayores tradicionalmente aceptadas, pero sobre todo, se ve la imposibilidad de hallar nuevas verdades sobre temas de los cuales no existen premisas mayores, y el método deductivo no contempla forma alguna de encontrar nuevas premisas mayores si no es a partir de la revelación. Critica a Bacon de la siguiente manera: “la lógica aristotélica es inútil para la invención científica, y sirve más para fijar y consolidar errores fundados en nociones vulgares que para inquirir la verdad, de tal modo que es más perjudicial que útil”. También Descartes se pronuncia acerca del tema pero sin tanta brusquedad, recordemos que había estudiado durante años bajo el método aristotélico, y así dice: “es completamente inútil para los que desean investigar la verdad de las cosas, y sólo se puede aprovechar, a veces, para exponer con mayor facilidad a los otros las verdades ya conocidas”.
Surge pues frente a este método el inductivo de Bacon, que se basa en la observación de los casos particulares para remontarse a la enunciación de verdades de generalidad cada vez mayor, yendo siempre paso a paso y con extrema cautela para tener la seguridad de no cometer un error basado en la generalización precipitada. Como podemos ver, Bacon asienta lo que serán los principios del empirismo
mapa conceptual dercartes:

spinza y sus obras:Biografía
Nació en Ámsterdam, Países Bajos, en 1632, procedente de una familia de judíos sefardíes emigrantes de la península Ibérica, que huía de la persecución en Portugal. Se dice que su familia procedía de España, más en concreto de Vidiferre (Orense), de donde habría huido en el siglo XV a Portugal; sin muchas pruebas, hay quien sostiene que era originaria de Espinosa de los Monteros (Burgos), lo que explicaría su apellido "Espinosa".[1] Se educó en la comunidad judía de Ámsterdam, donde se conservaba una considerable tolerancia religiosa, pese a la influencia de los clérigos calvinistas. Contrajo una tuberculosis que poco a poco minaría su salud, hasta ocasionarle una muerte temprana.
A pesar de haber recibido una educación ligada a la ortodoxia judía, por ejemplo, con la asistencia a las lecciones de Saúl Levi Morteira, el joven Spinoza mostró una actitud bastante crítica frente a estas enseñanzas y amplió sus estudios por su cuenta en matemáticas y filosofía cartesiana, dirigido por Franciscus van den Enden. Leyó también a Thomas Hobbes, Lucrecio y Giordano Bruno; estas lecturas lo fueron alejando de la ortodoxia judaica. A esto se le pueden sumar las influencias del grupo de los collegianten o colegiantes (cristianos liberales protestantes neerlandeses), así como de heterodoxias judías hispano-portuguesas, estas últimas encarnadas principalmente en las figuras de Juan de Prado y Uriel da Costa.
Muerto su padre, en 1654, Spinoza no tenía ya que mantener oculto su descreimiento por respeto a la figura paterna. El 27 de julio de 1656 fue expulsado de la comunidad judía (así como excomulgado y desterrado de la ciudad), a la sazón dividida en dos grupos:
- Sefardíes: judíos expulsados de la península Ibérica y grupo al cual Spinoza pertenecía. Era un grupo parcialmente influido por la tradición humanista.
- Askenazíes: judíos procedentes de Europa central que al sufrir fuertes persecuciones durante la Edad Media emigraron en masa hacia el este, pero también a los Países Bajos e Inglaterra.
Tras la expulsión se retiró a un suburbio en las afueras de la ciudad y publicó su Apología para justificarse de su abdicación de la sinagoga, obra perdida que algunos autores consideran un precedente de su Tractatus theologico-politicus. Acentuó su trato con las sectas cristianas de los menonitas y colegiantes, de carácter cristiano bastante liberal y tolerante.
Para sobrevivir se dedicó a pulir lentes para instrumentos ópticos, entre ellos para su amigo el científico Huygens. Aparte de ganarse la vida con este oficio, recibía, según alguno de sus biógrafos, una pensión que le consiguió su amigo el munícipe Jan de Witt.
En 1660 se trasladó a Rijnsburg, pueblo cercano a Leyden, donde redactó su exposición de la filosofía cartesiana, Principia philosophiae cartesianae, y los Cogitata metaphysica, que se editaron conjuntamente en verano de 1663 (edic. latina; en 1664 apareció la versión holandesa) y que serían las dos únicas obras publicadas con su nombre en vida. Sostuvo una abundante correspondencia con intelectuales de toda Europa. En los primeros 1660 también empezó a trabajar en su Tractatus de intellectus emendatione y en la más famosa de sus obras, la Ethica, terminada en 1675.
En 1663 se trasladó a Voorburg, cerca de La Haya, donde frecuentó los círculos liberales y trabó una gran amistad con el físico Christiaan Huygens y con el por entonces jefe de gobierno (raadspensionaris) Jan de Witt, quien, según algunos, protegió la publicación anónima de su Tractatus theologico-politicus en 1670, obra que causó un gran revuelo por su crítica racionalista de la religión. Estas protestas, y la muerte de su protector De Witt (1672), lo convencieron de no volver a publicar nuevas obras sino tras su muerte; las obras circularían, sin embargo, entre sus admiradores, cada vez más numerosos.
De 1670 hasta su muerte vivió en La Haya. En 1673 J.L. Fabritius, profesor de Teología, por encargo del Elector del Palatinado, le ofreció una cátedra de Filosofía en su universidad, la de Heidelberg, pero Spinoza no la aceptó, pues aunque se le garantizaba "libertad de filosofar", se le exigía "no perturbar la religión públicamente establecida". Un año antes de su muerte fue visitado por Leibniz, pero éste negó luego tal encuentro. Minado por la tuberculosis, murió el 21 de febrero de 1677 cuando contaba 44 años. Sus amigos editaron en noviembre de ese mismo año, simultáneamente en latín y en holandés, todas las obras inéditas que encontraron, incluyendo (parte de) la correspondencia, bajo el título Opera posthuma (versión latina) y Nagelate Schriften (versión holandesa).
[editar] Pensamiento
Partiendo de la innegable influencia de Descartes, creó un sistema muy original, con mezcla de elementos propiamente judíos, escolásticos y estoicos. En lo que se refiere a Descartes, éste había considerado la existencia de tres sustancias: el pensamiento, la extensión y Dios. Spinoza reduce estas tres sustancias a una sola: sustancia divina infinita, que según la perspectiva que se adopte, se identifica bien con Dios o bien con la Naturaleza (ambos términos llegan a ser equivalentes para él, según su célebre expresión Deus sive Natura).Para Spinoza, la substancia es la realidad, que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas; que existe por sí misma y es productora de toda la realidad; por tanto, la naturaleza es equivalente a Dios. Dios y el mundo, su producción, son entonces idénticos. Todos los objetos físicos son los "modos" de Dios contenidos en el atributo extensión. Del mismo modo, todas las ideas son los "modos" de Dios contenidas en el atributo pensamiento. Las cosas o modos son naturaleza naturada, mientras que la única substancia o Dios es naturaleza naturante. Las cosas o modos son finitas, mientras que Dios es de naturaleza infinita y existencia necesaria y eterna.
Este cambio tiene la ventaja, sobre la filosofía cartesiana, de borrar de un plumazo los problemas que presenta la filosofía de Descartes para explicar la posibilidad del conocimiento: dado que el pensamiento y la extensión son dos de los infinitos atributos de Dios, distintos e independientes el uno del otro (paralelismo de los atributos), ¿cómo se puede conocer el mundo? Descartes había resuelto este problema de una manera aparentemente gratuita, amén de insatisfactoria, señalando la comunicación de éstas sustancias en la glándula pineal.
Con Spinoza, pues, ya no existe este problema: se puede conocer el mundo, porque el entendimiento, en tanto parte del entendimiento de Dios, es una modificación o "modo" de la misma sustancia divina, entendimiento infinito de Dios, que "piensa" su objeto extenso o cuerpo, de modo que el entendimiento puro puede "aprehender" la realidad, porque el alma, o sea la idea del cuerpo, "replica" lo que afecta a éste cuerpo. La unidad del alma y el cuerpo está justificada por la unidad de la sustancia infinita de la que son sus modificaciones finitas o modos.
Pero, a la vez, abre un tremendo problema para explicar la libertad humana. La anterior distinción de Descartes en tres sustancias le permitió sustraer del determinismo mecanicista, al entendimiento, con lo cual el ser humano mantendría su libertad. El mecanicismo sostiene que todo el Universo está determinado por leyes, con lo cual cualquier ente que esté dentro de él también estará sujeto a dichas leyes, incluido el ser humano. Descartes y Spinoza son mecanicistas, pero el primero salva el problema a través de su postulado de las tres sustancias: el mecanicismo (por tanto el determinismo o ausencia de libertad) sólo afecta a la sustancia extensa o mundo, pero no a la sustancia pensante o entendimiento.
Pero, al postular Spinoza una sola sustancia, ¿cómo es posible que exista la libertad humana, si todo está sometido a una inexorable regulación permanente? Spinoza acaba afirmando un determinismo (negación de la libertad humana) riguroso, aunque deja el resquicio de una definición poco alentadora y paradójica de libertad: la libertad humana aparece cuando el ser humano acepta que todo está determinado; la libertad no depende de la voluntad sino del entendimiento; el hombre se libera por medio del conocimiento intelectual.
En el campo de la filosofía Spinoza se declara monista, esto es, no cree en la existencia de un dualismo cuerpo-alma. Para Spinoza el hombre es cuerpo y mente, y todo en su conjunto es parte de una sustancia universal con infinitos modos e infinitos atributos, algo que da lugar a un "monismo neutral".
También es determinista, lo que supone que no cree en el libre albedrío: asegura que el hombre está determinado por leyes universales que lo condicionan mediante la ley de la preservación de la vida. Así, afirma que ser libre es regirse por la razón frente a la sumisión, por ejemplo, a la religión.
[editar] Pensamiento político
En el aspecto político sigue en parte a Hobbes. Sin embargo, su doctrina tuvo gran influencia en el pensamiento del siglo XVIII, ya que se le considera el iniciador del ateísmo, aunque esta afirmación no es del todo correcta. Como filósofo, comparte con Hobbes el tema del determinismo. Sin embargo Spinoza fue siempre, y en todos los campos, un escritor proscrito, hasta el punto de que a comienzos del siglo XIX no se le reconocía, especialmente por el movimiento Romántico alemán (Goethe, Jacobi, etcétera). Dentro del ámbito de la política se le considera precursor de Rousseau.Su pensamiento traslada la visión del mundo de Galileo, que dice que el mundo está sujeto a unas determinadas leyes, por lo que buscará cuales son las que regulan a la sociedad. En este punto coincide en parte con Descartes y Hobbes, pero con la singularidad de que Spinoza además busca las leyes que rigen la moral y la religión. Así Spinoza entra de lleno tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas esferas, para lo que usa un método racional.
En su Ética demostrada según el orden geométrico habla de Dios, del ser humano y del puesto que el hombre ocupa dentro de la Naturaleza; así, dice que la forma correcta de entender a los hombres, es que son una parte más de la Naturaleza y que las acciones humanas no se deben analizar con criterios morales, sino como partes necesarias de leyes que rigen el Cosmos, esto es, que existen leyes universales de la Naturaleza a las que los hombres están sujetos, por lo que no se puede afirmar que el hombre es totalmente libre. Siguiendo este planteamiento se encuentra una de sus afirmaciones más importantes y que más problemas le trajo: afirma que los valores son creaciones humanas arbitrarias.
En el tema político, el filósofo reivindica la democracia más amplia posible, aunque dentro de ésta no incluye explícitamente a las mujeres, a quienes plantea si deben tener o no derechos políticos, cosa que no tiene muy clara; finalmente se inclina por sostener una inferioridad innata de las mujeres, y afirma que el mejor gobierno es de los hombres. No obstante deja una puerta abierta al reconocimiento de las mujeres, diciendo finalmente que sí son iguales a los hombres, que sí pueden gobernar, pero que lo mejor es evitar el tema, ya que puede generar conflictos.
Según su visión, el fin del Estado es hacer a todos los hombres libres, lo que significa que el hombre ha de dejar de ser un autómata.
[editar] Obra
Spinoza publicó dos obras en vida:- Principios de la filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos (1663; versión en holandés, 1664)
- Tratado teológico-político (1670)
- Tratado breve (escrito hacia 1660)
- Tratado de la reforma del entendimiento (OP, escrito hacia 1661)
- Ética demostrada según el orden geométrico (OP, escrito en 1661-1675)
- Tratado político (OP, escrito 1675-1677)
- Compendio de gramática hebrea (OP)
- Cálculo algebraico del arcoiris
- Cálculo de probabilidades
- Correspondencia (1661-1676)
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